lunes, 27 de marzo de 2017

De lengua me como un gato: Bizcochos de soletilla

Uno de los postres mas decadentes (además del pastel de chocolate y frambuesa), y me atrevería a decir sensuales que he comido es el tiramisú. Este postre italiano se volvió muy popular en los últimos 30 años a pesar de no ser un postre tradicional, pero que definitivamente se ha vuelto icono en la repostería.

El tiramisú tiene 3 componentes esenciales: los bizcochos de soletillas (soletas, vainillas, lenguas de gato o ladyfingers), la crema de queso (mascarpone, queso crema o ricotta según consigan) y el café. Para mí el ingrediente base del postre son los bizcochos, pues de ellos depende la humedad y consistencia del tiramisú. Es por eso que en esta ocasión hablaré sobre mi experiencia.

La primera vez que decidí hacer tiramisú, hace casi 3 años, enfrenté el desafío de conseguir las dichosas soletas. Las únicas disponibles comercialmente son las lenguas de gato de Macma, y sólo se encuentran en distribuidores autorizados o en las dulcerías de tiendas departamentales. Los 100 gr. cuestan 22 pesos mexicanos, o alrededor de 10 dls la libra; y considerando que precisamente se ocupan 500 gr. para un recipiente mediado ya imaginarán el dolor de mi bolsillo, que no me permitió disfrutarlo como hubiera querido.

Poco después fui a la cd. de México, donde visité la Casa de la Cultura Italiana junto con mi tía Ana, otra gourmet aficionada; ahí encontré una bolsa de 1 kilo de soletas italianas por 4o pesos (3 dls por 2 lb) ¡¡¡¡una ganga!!!! Las galletas estuvieron celosamente guardadas por 3 meses hasta el aniversario de bodas de mis padres, cuando nuevamente lo preparé. Realmente supo mucho mejor, y no sólo por el precio, sino porque los bizcochos absorbieron muy bien el café pero sin llegar a empaparse por completo y deshacerse, cosa que pasó con las otras galletas.

De ese viaje al D.F. también me llevé la receta de los bizcochos de soletilla, cortesía de mi tía y de un libro de gastronomía. Hasta esta semana decidí poner manos a la obra y averiguar que tal salían. Esta es la receta después de todo el ensayo error.

Bizcochos de soletilla


6 huevos (separados)
225 gr. de harina
200 gr. azúcar
Azúcar glass
Ralladura de un limón
Extracto de vainilla.


Se baten las yemas con el azúcar hasta que se incorpore bien, y agregamos la vainilla y la ralladura y el harina. Aparte se baten las claras a punto de nieve y se integran con la mezcla de yemas.

La mezcla se pone en duya de boca plana y se colocan en lineas de unos 10 cms sobre papel encerado (agregaría un poco de aceite en spray o si tienen una lámina de hornear antiadherente). Meter a horno precalentado a 100 - 120°C y en la parte alta para que se doren y se sequen un poco.

Inmediatamente que salgan del horno espolvorear azúcar glass, y dejarlas enfriar.

No recomiendo estas galletas como snacks por sí solas, pues saben mucho a huevo, aunque creo que el limón podría desvanecer un poco el intenso sabor (olvidé ponerlo). El aire que se incorpora al batir y su ligereza las hacen perfectas para humedecerlas y usarlas en postres en capas, no sólo el tiramisú, sino también la carlota o los triffles de fruta.

Como ven por la foto, no tengo duya y use una bolsa por lo que no se salieron muy parejitas, recomiendo mucho comprar la boquilla, para tener mas control en el tamaño y que el postre se vea mas prolijo si lo pan a presentar en capas.

Veredicto: Favorable; la receta es sencilla si se dominan las técnicas de batido o se cuenta con los implementos como batidora eléctrica (con el accesorio del batidor de globo). Obtuve alrededor de 80 piezas, lo que rinde como para preparar dos bandejas de 20 cms. Fue económico, y obtuve los mismos resultados que con las galletas italianas.

Mas adelante, la receta del tiramisú.

Mis soletillas salidas del horno.